atrapado en la electricidad
domingo, 11 de abril de 2010
mal malandra
Estoy poseído por el mal malandra. Hace cuatro días que estoy así. Planeo crímenes. Mi amigo Torres es una perinola de golpes. El me contagió este mal que ahora padezco. Todas las noches hago gimnasia con la boca y no paro de hablar hasta las tres de la tarde. El bufoso es mi obsesión, y hacia la muerte va mi espíritu convertido en un hocico. Sueño que soy un dragón que expele gas seductor de mujeres. Me sorprendo a mí mismo cada madrugada en un burdel tomando un martini, escuchando en mi cerebro a la Premiata. Pero esta mañana llegué al tiempo de descuento, cuando sentí un impulso imparable de asesinar al presidente. Ahora soy víctima de la táctica que diseñé. He decidido atacarlo con dos robocops que marcharán por los lados laterales de la calle, veloces y fuertes. Dos de los nuestros los acompañarán por el centro. Esos cubrirán la retirada. Voluminosos con músculos de acero como columnas. El príncipe peregrino, cuyo reino es el caminar, fuerte e inteligente, rápido y lúcido, siempre alerta y asesino, le pondrá ritmo a nuestra marcha. Con dos artistas contaré, que se ubicarán uno a la derecha y otro a la izquierda del príncipe. El de la derecha es poeta y el de la izquierda es músico. El de la derecha se entrenó en tácticas guerrilleras, el de la izquierda en las artes de la magia. Dos pungas se infiltrarán en el miedo del enemigo y se afirmarán en el peligro. Son fuerzas de la naturaleza que logré limitar y usar como ofensiva. El ejecutor, un cirujano con pulso de hierro y fuerza elástica, tiene un secreto guardado en su intuición, actuará con oportunismo y precisión. El presidente quedará extirpado. La defensa del presidente es un equipo sin arte. Los cuatro principales tienen la voluntad puesta en el control y el corte, pero les falta les falta un rey, por eso tienen dos, que discuten constantemente. Ese conflicto en el estilo es una fisura en su defensa. Como si fueran dos cerebros igualmente programados, pero con veleidades diferentes. A los costados de los reyes, van dos guardiacárceles que serán diezmados por la habilidad poética de la magia. Y dos mercenarios cuyo punto débil es el estado de una mujer adolescente.
(continuará)
(continuará)
Pintas
De lo que le ocurrió a Ahmed
Y fue así que Ahmed Al Trulás quedó enajenado bajo el cielo de damasco,
que a sus ojos se hacía un gran jarrón de vino
donde los santos habían volcado sus palabras
Se instaló en un hotel de tres pesos por día
Su pieza estaba en la terraza y por al lado pasaba la autopista de damasco
El sur lo tenía desvelado, hacia ahí tenía que ir para reencontrarse con
Hermeno (su hermano gemelo). Fumando hachís en el balcón un vestido violeta le resultó impactante
Estaba mojado y adherido a la piel de una mujer que parecía una cobra de Afrodita
En ese mismo momento Ahmed se olvidó de su hermano
Y empezó a ver en el cielo hongos con caras de dioses sangrantes
Todos le hablaban al mismo tiempo como si fueran piedras
La respuesta de Ahmed fue dorada
La cobra avanzó hacia él con su rostro más bello,
sabía que tenía que conquistar ese oro, y consumir a Ahmed.
Y fue así que Ahmed Al Trulás quedó enajenado bajo el cielo de damasco,
que a sus ojos se hacía un gran jarrón de vino
donde los santos habían volcado sus palabras
Se instaló en un hotel de tres pesos por día
Su pieza estaba en la terraza y por al lado pasaba la autopista de damasco
El sur lo tenía desvelado, hacia ahí tenía que ir para reencontrarse con
Hermeno (su hermano gemelo). Fumando hachís en el balcón un vestido violeta le resultó impactante
Estaba mojado y adherido a la piel de una mujer que parecía una cobra de Afrodita
En ese mismo momento Ahmed se olvidó de su hermano
Y empezó a ver en el cielo hongos con caras de dioses sangrantes
Todos le hablaban al mismo tiempo como si fueran piedras
La respuesta de Ahmed fue dorada
La cobra avanzó hacia él con su rostro más bello,
sabía que tenía que conquistar ese oro, y consumir a Ahmed.
jueves, 1 de abril de 2010
Sobre la evolución de las diosas del amor
Acerca de este proceso, cámara de las ideas plantea un orden cronológico, cuyos hitos son figuras femeninas de relevante belleza llamadas diosas
Selene abre la encrucijada con marcado erotismo luminoso,
cegando al primer hombre
enmudeciendo a la primera bestia.
Emergió de unos vapores que en un atardecer salían del mar.
Un mar sin barcos y sin orillas.
Se cree que nadie la vio aparecer,
pero esto es lo que se sabe de verdad.
Sucedió a Selene una exquisita mezcla de miel, vino, pan y carne llamada Afrodita.
Su padre desarrolló en ella tanto la seducción como la fuerza, la inteligencia y la piel
(que conservaba de su antecesora el brillo alucinante).
Venus, la mujer de un musculoso y feo anciano llamado Vulcano,
trastocó los valores de Roma, equilibrando primero el carácter fémino y mental,
y agregando la idea del deseo en el corazón del soldado.
Cuando Venus se hundió por última vez en el océano,
surgió en el siguiente anochecer una adorable morena de nombre Iemanjá,
con una espada en la mano y una fuente de luz en su cabeza y rayos en sus pies.
Mucho antes de Iemanjá, cerca desde donde sucedió todo,
vive, alejada del ruido de las megápolis y legiones armadas, Ishtar.
Aun conserva su poder adivinatorio y sigue mirándonos con sus ojos de hermosa vecina
cuya virtud nos sana.
Continuará
Selene abre la encrucijada con marcado erotismo luminoso,
cegando al primer hombre
enmudeciendo a la primera bestia.
Emergió de unos vapores que en un atardecer salían del mar.
Un mar sin barcos y sin orillas.
Se cree que nadie la vio aparecer,
pero esto es lo que se sabe de verdad.
Sucedió a Selene una exquisita mezcla de miel, vino, pan y carne llamada Afrodita.
Su padre desarrolló en ella tanto la seducción como la fuerza, la inteligencia y la piel
(que conservaba de su antecesora el brillo alucinante).
Venus, la mujer de un musculoso y feo anciano llamado Vulcano,
trastocó los valores de Roma, equilibrando primero el carácter fémino y mental,
y agregando la idea del deseo en el corazón del soldado.
Cuando Venus se hundió por última vez en el océano,
surgió en el siguiente anochecer una adorable morena de nombre Iemanjá,
con una espada en la mano y una fuente de luz en su cabeza y rayos en sus pies.
Mucho antes de Iemanjá, cerca desde donde sucedió todo,
vive, alejada del ruido de las megápolis y legiones armadas, Ishtar.
Aun conserva su poder adivinatorio y sigue mirándonos con sus ojos de hermosa vecina
cuya virtud nos sana.
Continuará
programa de operaciones número cinco
De la bocha quemada
En qué nos basamos para considerar
que alguien tiene quemada la bocha
El que lo dice realmente sabe lo que es tener
la bocha quemada?
Conoce la capacidad energética de la neuronas?
O el poder de combustión de los sesos?
Arde la mente, y si arde, cuál es el punto Fahrenheit de la cuestión?
El olvido es fuego?
La desdicha, leña?
La ira un encendedor?
La justicia el viento?
Cuando el cuerpo es un electrodo
que ejerce gravedad en las cosas del pasado,
la bocha... ¿está en el Hades?
En qué nos basamos para considerar
que alguien tiene quemada la bocha
El que lo dice realmente sabe lo que es tener
la bocha quemada?
Conoce la capacidad energética de la neuronas?
O el poder de combustión de los sesos?
Arde la mente, y si arde, cuál es el punto Fahrenheit de la cuestión?
El olvido es fuego?
La desdicha, leña?
La ira un encendedor?
La justicia el viento?
Cuando el cuerpo es un electrodo
que ejerce gravedad en las cosas del pasado,
la bocha... ¿está en el Hades?
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